Rue du Iran
I´m scared of the silence...
Cuchulain (Extraído de textosmagicos.com)
jueves, 24 de marzo de 2011
Túnez, 2 meses después de la revolución
La borrachera ya pasó. Y la resaca está desapareciendo. Con ella se esfuman algunas buenas intenciones. Pero también muchas malas intenciones. Los tunecinos se han dado cuenta de que para construir un edificio se ha de empezar por los cimientos. Y no solo eso: para construir, primero se ha de tener claro qué se desea edificar, dónde poner la primera piedra. Y no cualquier persona o gabinete de arquitectos es bueno para diseñar los “planos”. LEER MÁS.
lunes, 7 de marzo de 2011
Cuando el amor se lleva tu dinero... Historia real de un alemán en Túnez

Existen en el mundo patas que andan porque un motor extraño las impulsa, y cuya masa cerebral está ahí sin pena ni gloria, simplemente por el hecho de que la naturaleza ha puesto "algo" ocupando ese espacio llamado cráneo que todo animal tiene. Es el caso de cierto bichejo humanodie miskin que anduvo por las calles de Túnez a principios de marzo. Historia que conoció quien palabrea este patético relato...
sábado, 26 de febrero de 2011
De la euforia al caos. El temor al retroceso.
Lo que prometía ser una transición “pacífica” se está convirtiendo en una contrarrevolución (si es que se le puede llamar así), ya que no es “contra”, sino que afianza a la anterior. Que los resquicios del decaído régimen siguen acampando a sus anchas en puestos relevantes de la política, la administración y otros lugares de importancia relativa en Túnez, es una realidad. Solo hay que ver al gobierno interino cuyo Primer Ministro es Mohammad Ganouchi, hombre del partido del depuesto Ben Alí. Y eso es algo que este afianzamiento revolucionario quiere evitar. LEER MÁS
jueves, 24 de febrero de 2011
Las otras reivindicaciones... Instituto Bourguiba.

En este caso, me refiero a esos hechos herederos del antiguo régimen. En alguna ocasión he comentado que, gracias a que asisto a las clases de lengua árabe en el Instituto Bourguiba de la capital de este país, estoy "disfrutando" de una reivindicación particular debido a que, como alumno, me está afectando directamente.
lunes, 21 de febrero de 2011
Túnez y el laicismo
miércoles, 16 de febrero de 2011
La resaca
Hace unos días que no escribo porque otros menesteres ocupan mi tiempo. Hoy, he sacado un rato (no voy a decir “libre”, pues no es así) para hablar de algo que me rondaba en la cabeza hace algunos días y que ya estoy viendo fraguarse en, no voy a decir toda, pero si en ciertos círculos de la sociedad tunecina.
La idea de que el pueblo tunecino estaba eufórico, ya es harto conocida. Esa euforia, semejante a un estado de feliz embriaguez, ya está trayendo sus consecuencias.
viernes, 11 de febrero de 2011
Vitalidad...
Hoy me siento egipcio.
Y estoy contento, muy contento. Mañana, aya veremos. Pero hoy, puedo vivir de la alegría de dos pueblo que están unidos por un mismo sentimiento y que me han hecho partífipe del mismo.
Y el nexo de unión: la vitalidad.
Una vitalidad transformada en fuerza, en resolución y decisión, en esperanza.
miércoles, 9 de febrero de 2011
¿Oportunidades?
Recuerdo que, cuando llegué por primera vez a la capital de este país y vi sus calles, lo primero que pensé fue: “Este país, si aprovechara su tirón turístico y relanzara bien su economía, es un país verde para empresas que en España (y ni qué decir tiene, en el resto de Europa) ya llevan tiempo funcionando. Yo no soy economista, ni empresario. Solo observo carencias que pueden ser subsanables. Y, si subsanando estas carencias, encima, se crea empleo y se gana dinero, mejor que mejor. Y que mejor (valga la redundancia) que crear empleo en un país donde el paro es abrumador (y no, no estoy hablando de España).
Túnez, a 9 de febrero de 2011
sábado, 5 de febrero de 2011
Primeras impresiones...
Esta última semana, en la que decidí regresar a Túnez, no ha sido la más tranquila para mis nervios. Digo nervios porque uno no está del todo seguro de regresar a un país del que tuvo que salir en mitad de unas revueltas populares harto conocidas. Si el sábado pasado me hubiesen dicho que hoy estaría aquí, escuchando (como acabo de hacerlo, a las 19.19 hora local) la llamada del almuédano a la oración, me habría reído y habría dicho un: "No digas tonterías, que las cosas allí no están claras aún." Y, sin embargo, al día siguiente, me informaron desde Túnez que la situación ya se estaba normalizando, tanto, que incluso lo más raro es el toque de queda.
Si he de decir que ni me lo pensé en comprar billete de regreso, no mentiría; porque si me lo pienso, no regreso.
jueves, 3 de febrero de 2011
MESA REDONDA: "Los días de la ira: revuelta popular y cambio político en el mundo árabe"
jueves, 27 de enero de 2011
Pensamientos de un treintañero que sabe poco de estos temas...
Revolución.
Cambio.
Son dos palabras que, desde los acontecimientos vividos en Túnez, no dejan de sonar en mi cabeza. No, no penséis mal. Me explico. Los días que pasé allí en Túnez, alejado de nuestra inmunda política, pude ver desde la lejanía que no somos más que un país de putas y panderetas (o cabrones y zambombas, como se quiera ver).
Cuando la noche en la que salí de Túnez, donde la agitación era palpable y el nerviosismo se podía cortar en el aire, y llegué a Barajas y salí a la calle, donde una calma mayestática envolvía la capital (sí, habéis leído bien: calma, en la capital, en comparación al ‘ruido’ que acababa de pasar), donde, al llegar a la Estación de Atocha, después de 48 horas sin dormir, la ‘guardia de seguridad’ no te dejaba dormir en la sala de espera del tren por ser una ‘imagen improcedente’, donde al llegar a casa solo descubro (de nuevo) que lo único que preocupa a este país es el Gran Hermano, las tapas y el fútbol; solo entonces me di cuenta de que, ya no las generaciones que me sacan veinte años, sino el resto de los españoles, la juventud y los que estamos en ese umbral entre la juventud y la madurez, estamos totalmente apagados, aletargados, azombinados.
jueves, 20 de enero de 2011
Y la Embajada Española en Túnez, ¿qué?
Esa es la pregunta que todos los españoles que estuvimos en Túnez entre el 13 de enero y el 16 de enero nos haciamos.
El día 11 de enero, viendo que la situación en el país se ponía tensa, decidí ir a dar la cara a nuestra Embajada, porque tenía entendido que en caso de conflictos, revueltas (es decir, lo que se montó allí), la Embajada es la encargada de ofrecer ayuda a sus nacionales fuera de territorio español. Me personé allí, me inscribí en el Registro Consular como Residente (es decir, los papeles que la funcionaria de la Embajada me hizo rellenar, a pesar de que le dije que iba a estar solo una temporada no superior a 80 días) y le pregunté sobre los acontecimientos.
martes, 18 de enero de 2011
Un paseo por el Túnez revolucionario... in situ.

Lo que empezó siendo un viaje por estudios, se convirtió en una salida atropellada del país. Para mí, todo comenzó el día 2 de enero, día en el que dormí por primera vez después de muchos años, en ese país. Las noticias que se daban de los acontecimientos de los últimos días, nada hacían presagiar lo vivido en las últimas horas. Por lo menos, no las noticias locales, amañadas por un régimen moribundo.
Los primeros días allí transcurrieron con normalidad: las calles estaban abarrotadas de gente que compraban, paseaban, disfrutaban de los buenos días que el sol ofrecía. El centro comercial del barrio de La Fayette, el Champion, se llenaba todas las tardes de jóvenes y no tan jóvenes que disfrutaban de la tarde comprando ropa o, simplemente, saliendo a comer y a cenar en los puestos de comida del lugar. El Instituto Bourguiba, dos calles paralelas a este centro comercial, iba llenándose poco a poco de estudiantes de todos los países que venían a realizar sus estudios de idiomas a este país, sin sospechar en ningún momento que una semana más tarde tendrían que hacer sus maletas y salir corriendo del país.